jueves, 25 de agosto de 2011



La noche pasó en un suspiro, amanecimos abrazados contemplando el amanecer que nos mostraban aquellos ventanales. Fue la mejor noche que he pasado en toda mi vida, estar entre tus brazos me hizo realmente feliz… No era necesario decirnos nada, nuestras miradas y abrazos  lo decían todo. Hubiera congelado esa noche para el resto de mi vida…
 -Juan debemos marcharnos.
-¡Por favor Lucía, quedémonos un rato más! Me cuesta pensar que tenemos que separarnos, las horas que falten para volvernos a ver se me harán eternas. ¡Soy tan feliz en este momento…!
Permanecimos una hora más en esa preciosa habitación amándonos como si esa fuera la última vez que lo haríamos, gracias al cielo no fue así, solo se trataba del comienzo de una gran historia de amor…

No hay comentarios:

Publicar un comentario